El Palomar y la Cerrada de los Santos

El Palomar y la Cerrada de los Santos
Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha
Ubicación
País Bandera de España España
Coordenadas 40°55′50″N 2°02′56″O / 40.930581736111, -2.049013575
Historia
Tipo Yacimiento arqueológico y Ciudad celtíbera
Dimensiones del sitio
Área 1,3 ha
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El Palomar y la Cerrada de los Santos son dos yacimientos arqueológicos de un poblado celtíbero y su necrópolis situados en la pedanía de Aragoncillo, término municipal de Corduente, en la provincia de Guadalajara (España).

Están incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha pero no se encuentran acondicionados para la visita.[1]

El Palomar

Se trata de un yacimiento de la Edad del Hierro ubicado medio kilómetro al sur de la localidad de Aragoncillo, en un cerro contiguo al sureste de La Pedriza.[1]

Tiene unos treinta metros de altura y suaves pendientes, excepto la ladera norte formada por un farallón rocoso. La zona se caracteriza por encontrarse parcialmente abancalada por actividades agrícolas. La cobertura vegetal, de matorral y sabinar disperso, reduce la visibilidad del suelo. Los restos exhumados describen un poblado celtíbero que conserva una potente muralla perimetral a la que se adosan diversas estructuras de habitación de planta rectangular, formadas por un basamento de mampostería con un recrecido de tapial. En algunas se observan estructuras internas como hornos u hogares, registrándose hasta tres fases de ocupación.[1]

Fase I: siglo VI a. C.

Corresponde al período Celtibérico Antiguo. Esta fase es mal conocida por el alto grado de alteración, pero se documenta la existencia de una muralla a cuyo interior se localizan algunos tramos de muro pertenecientes a estructuras de planta angular destruidas por un violento incendio. También se documentan algunas cerámicas a torno de técnica ibérica, presuntamente importadas desde ámbitos levantinos.[1]

Fase II: siglo II a. C.

Corresponde a las postrimerías del período Celtibérico Pleno, cuando se produce un episodio bélico que provoca una nueva destrucción violenta, y en la que interviene Roma, a juzgar por los elementos de artillería romana presentes en el interior del sitio. Es la fase de ocupación más importante del asentamiento. El trazado urbanístico consta de una potente muralla perimetral a cuyo interior se disponen espacios adosados, viviendas, corrales o cobertizos, que han proporcionado un ingente volumen de recipientes cerámicos elaborados a torno, asociados a elementos metálicos y restos fáunicos.[1]

Fase III: siglo I a. C.

Se trata del último momento de ocupación, muy avanzado el período Celtibérico Tardío y es mal conocido por la fuerte erosión sufrida por los estratos superficiales del yacimiento. Se superpone a las estructuras de la fase anterior, sobre todo en los paramentos delanteros. En otras ocasiones se manifiesta a través de la reestructuración de aquellos que, a veces, conlleva la construcción de tabiques de compartimentación interior. Las cerámicas muestran una marcada similitud con los tipos de la fase anterior.[2],[3],[4]

La Cerrada de los Santos

Este yacimiento, que se identifica como la necrópolis del poblado de El Palomar, se sitúa un poco más al sur del mismo, cruzando la N-211. Se encuentra sobre una llanura delimitada al sur por el arroyo de Arandilla. Los terrenos, destinados a cultivos cerealistas, se encontraban en rastrojo en el momento de realizarse la prospección. Las excavaciones realizadas entre 1990 y 1994 permitieron documentar una necrópolis de incineración celtibérica, en la que se observan dos fases de uso. No se aprecian restos materiales del yacimiento en la superficie.[5]

Fase I: siglo VI a. C.

Corresponde al período Celtibérico Antiguo. Las sepulturas de este momento son de variada tipología, predominando las cremaciones depositadas directamente en un hoyo excavado en la tierra, aunque también se han documentado cremaciones contenidas en urna cineraria, incluso estructuras pétreas de tipo encachado tumular. Los ajuares funerarios son frecuentes y están formados por depósitos de objetos metálicos en los que destacan las armas. En cuanto a los rituales complementarios, es destacable la presencia de focos cenicientos que acompañan a muchas de las sepulturas, así como la presencia de plataformas de ofrendas con abundantes restos fáunicos y depósitos de armas y otros objetos metálicos de adorno.

Fase II: siglos III y II a. C.

Corresponde al período Celtibérico Pleno y es la fase más reciente. Las cremaciones están contenidas en una urna cineraria a torno y desprovista, por lo general, de ajuar funerario; cuando aparece, está constituido por parcos conjuntos de objetos metálicos entre los que son escasas las armas. Al contrario que en la fase anterior, desaparecen los focos cenicientos asociados a las sepulturas, si bien se ha podido documentar un gran silicernium en el que las ofrendas animales han sido sustituidas por líquidos, a juzgar por el gran volumen de jarras y copas localizado.[6],[7]

Referencias

  1. a b c d e GESDINET, ACC TIERRAQUEMADA- (10 de marzo de 2019). «Celtiberia histórica | Exposición viva | El Palomar (Aragoncillo)». CELTIBERIA HISTÓRICA. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  2. Arenas Esteban, J. A. (1999). «La Edad del Hierro en el Sistema Ibérico Central, España». Oxford. BAR International Series, 780: pp. 29-49. 
  3. Cabanes Miró, E.; Baquedano Beltrán, M.ª I.; García Huerta, R.; Cerdeño Serrano, M.ª L. (1996). «Contactos interior-zonas costeras durante la Edad del Hierro: los focos del noreste y sureste meseteños». Complutum, n.º 6, 1. Homenaje al profesor Manuel Fernández-Miranda: pp. 287-312. 
  4. Cerdeño Serrano, M.ª L.; García Huerta, R.; Arenas Esteban, J. A. (1995). «El poblamiento Celtibérico en la Región del Alto Jalón y Alto Tajo». Institución Fernando el Católico. III Simposio sobre los Celtíbero, Poblamiento Celtíbero (Zaragoza): pp. 157-178. 
  5. «Celtiberia histórica | Exposición viva | El Palomar (Aragoncillo)». CELTIBERIA HISTÓRICA. 10 de marzo de 2019. Consultado el 12 de agosto de 2022. 
  6. Arenas Esteban, J. A. (1999). «La Edad del Hierro en el Sistema Ibérico Central, España». Oxford. BAR International Series, 780: pp. 29-49. 
  7. Arenas Esteban, J. A. (1990). «La necrópolis protohistórica de La Cerrada de los Santos (Aragoncillo, Guadalajara). Algunas consideraciones en torno a su contexto arqueológico». Institución Fernando el Católico. III Simposio sobre los Celtíberos. Necrópolis celtibéricas: pp. 93-99.